Un nuevo actor ha nacido en el panorama bancario español. Según ha adelantado la Agencia EFE, los consejos de administración de Unicaja Banco y Liberbank han aprobado este martes la fusión de ambas entidades. Esto supondrá la creación del quinto mayor banco de nuestro país, con un volumen de activos cercano a los 109.000 millones de euros.
El acuerdo se ha logrado después de varias semanas en las que se han sucedido las negociaciones entre ambas entidades. Así, los máximos órganos de gestión de dichas compañías se han reunido esta tarde para aprobar el proyecto de fusión y han enviado sendos comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Quince consejeros
Unicaja nombrará a nueve de los quince consejeros, en consonancia con el pacto alcanzado entre ambos. De ellos, uno será el presidente, Manuel Azuaga, cuatro dominicales y cuatro independientes. Por su parte, Liberbank pondrá al consejero delegado, Manuel Menéndez, a tres dominicales y a dos independientes.
Tras esta unión, Unicaja (sus activos rondan los 63.000 millones de euros) controlará el 59,5% del grupo. Por su parte, Liberbank obtendrá el 40,5% restante, dado que contribuye con alrededor de 45.800 millones de euros en activos.
Sede social en Málaga
Crean así el quinto banco español, que en un primer momento contará con activos valorados en 109.000 millones de euros, 10.000 empleados, 1.600 oficinas y 2.700 cajeros. La sede social seguirá estando en Málaga, donde tiene su domicilio Unicaja Banco, pero contará además con centros operativos en esta ciudad andaluza, en Oviedo, clave para Liberbank, y en Madrid.
Consecuencias para los clientes
Cuando dos bancos se unen, existe una serie de consecuencias que pueden afectar directamente a los clientes:
- Cambio de IBAN: al hacerse efectiva una fusión de entidades bancarias, los clientes de la que ha sido integrada deben cambiar el IBAN. Aunque este tipo de operaciones no debería generar ningún problema, puesto que las transacciones realizadas a la antigua numeración se trasladan automáticamente a la nueva.
- Productos contratados: no suelen existir cambios en las tarjetas, cuentas o hipotecas. Pese a ello, es recomendable esperar a las políticas comerciales que determinen los nuevos ejecutivos designados con la unión.
- Condiciones pactadas: en este caso, hay que diferenciar si existe un contrato de duración determinada (préstamo, depósito a plazo fijo, etc.), en el que no se pueden cambiar las condiciones salvo acuerdo entre ambas partes. En el caso de duración indefinida (cuenta corriente, tarjeta de crédito, etc.) sí sería posible un cambio de las condiciones, aunque con el condicionante de que estas deben ser preavisadas al cliente con una antelación mínima de dos meses.